TASA TOBIN

Este concepto se usa en el contexto de la Economía y las finanzas públicas.

pequeño Impuesto sobre las transacciones en Divisas, con el fin de disuadir la Especulación en los mercados financieros. Por tanto, no es una tasa, es un impuesto. El economista norteamericano James Tobin, premio Nobel de economía, presentó su famosa tasa en 1978 en un famoso artículo A proposal for international monetary reform publicado en Eastern Economic Journal. Apoyándose en las tesis de Keynes, Tobin sugirió la idea de introducir un Impuesto en torno al 0,5% sobre los flujos de Capital y frenar de esta forma los flujos de capitales a corto Plazo con carácter especulativo.

Los teóricos de la antiglobalización retomaron esa idea 20 años después, pero con el fin de tasar todas las transacciones financieras especulativas del planeta para redistribuir la Riqueza. Sin embargo, el propio Tobin subrayó que él no tenía nada que ver con «esos revoltosos», porque él estaba a favor del libre Comercio, de la OMC y del FMI.

En contra de la tasa Tobin se pueden indicar:

1) Que no siempre está clara la distinción entre movimientos de capitales «especulativos» y «productivos». En la práctica, es muy fácil transformar los unos en los otros, por lo que a todos los especuladores les resultará sencillo evadir el impuesto y eso lo haría ineficaz. Esto puede conducir a gravar todo movimiento de Capital y entonces ya no están muy claros los efectos positivos finales de la tasa como el propio Tobin señaló en 1992.

2) Para ser viable debe ser adoptada por todos los países del mundo o al menos por la totalidad de los que cuentan con la apertura de su cuenta de Capital. En caso contrario todos los intermediarios financieros realizarían sus operaciones desde un lugar exento lo que imposibilitaría alcanzar los objetivos propuestos. Da un poco igual quién lo gestione, tanto el Banco Internacional de Pagos de Basilea o el Fondo Monetario Internacional podrían hacerse cargo.

3) Introducir este Impuesto con el fin de reducir la Pobreza en el mundo, como alegan sus defensores, no consigue solucionar los problemas de subdesarrollo y de la Pobreza en el mundo. Y, además, puede generar una maniobra de distracción sobre las verdaderas causas y soluciones a estos problemas. El Desarrollo se consigue desde dentro mejorando las instituciones, luchando contra la corrupción, aumentando los niveles de educación y de salud y aumentando la Productividad de las empresas. Si lo que se recaudase con la tasa Tobin sirviese para financiar esos esfuerzos, podría tener algún sentido; pero muchas veces, desgraciadamente, esa ayuda en manos de gobiernos corruptos podría dirigirse a Gastos indeseables que para nada facilitan el Desarrollo.

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