Pensamiento económico de Vilfredo Pareto

Biografia de Vilfredo Pareto

Pensamiento económico de Vilfredo Pareto

El óptimo de Pareto

El autor asumió que no se puede medir la Utilidad de las personas. Sin embargo, sí es posible determinar, entre dos Bienes, cuál le entrega más utilidad. Se puede medir, por lo tanto, la Utilidad ordinal pero no la utilidad cardinal, es decir, las personas pueden establecer un ranking de preferencias pero no le pueden asignar un Valor a la Utilidad que le brinda cada Bien.

Utilizando las curvas de indiferencia (representación gráfica que muestra las preferencias de las personas), Pareto fue uno de los primeros economistas que buscaron determinar científicamente dónde se encontraba el mayor bienestar alcanzable de una Sociedad. La solución que dio Pareto puede parecer simple, pero es de enorme profundidad: la máxima prosperidad común se obtiene cuando ninguna persona puede aumentar su bienestar en un Intercambio sin perjudicar a otra. Basta, por lo tanto, que exista una posibilidad de Intercambio en que dos personas ganen para demostrar que ése no es el punto de máxima Utilidad que se podría alcanzar.

Una vez que se llega al punto en el cual para que uno gane otro debe perder, se ha alcanzado el Óptimo; mientras no pase esto, la Sociedad todavía puede aumentar su bienestar.

Lo más relevante de su planteamiento es haber intentado buscar una Función de bienestar social exenta de juicios de Valor, que si Bien es algo ilusoria, hasta hoy es desarrollada en la Economía del Bienestar.

La Ley de Pareto

Vilfredo Pareto llegó a la conclusión de que la Distribución de la Renta en cualquier Sociedad permanece constante a lo largo del Tiempo. En un análisis en el que combina la economía con la sociología, desarrolló una teoría de las elites en la que plantea el carácter inevitable de la desigualdad social.

Basándose en información estadística obtenida en distintos países, quiso demostrar la inutilidad de las políticas que pretenden la redistribución de la Renta, ya que -en su opinión- ponen en movimiento fuerzas que restauran la distribución original.

A pesar de la gran cantidad de críticas que tuvo su planteamiento, Pareto insistió en que la única forma de lograr un aumento de las Rentas de ciertos grupos es elevando la Renta total de la Sociedad. Esta idea y la metodología que utilizó para demostrar la inexorabilidad de la Distribución en la Sociedad, fueron objeto de numerosas críticas que hicieron perder casi toda la validez de la ley.

Como Pareto había observado que el 20% de las personas poseía el 80% de la Riqueza, años más tarde se le atribuyó la regla del 80/20 a Pareto, llamándola en forma algo errónea "Ley de Pareto". Así, muchas veces se dice, por ejemplo, en los negocios que el 20% de los clientes representa el 80% de Ingresos de una Empresa o formulaciones similares, atribuyéndosela al economista italiano.